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  • A través de nuestro proyecto "Visibilizando imaginarios colectivos diversos", dentro del Marco Estratégico Por La Igualdad Gran Canaria Infinita, financiado por el Cabildo de G.C., queremos descubrir, visibilizar y dar voz a distintas personas que hayan sido o sean actualmente referentes LGTBI, ya sea por su lucha de derechos, por su trabajo o su vida.

    Mucho se ha avanzado en la creación de discursos, de renombrar existencias, de resignificar y dignificar. En España, se arrastra un pasado de persecución institucional y social hacia las disidencias sexuales a través de la aplicación de distintas leyes. Sin embargo, con el paso de los años los movimientos a favor de las personas LGTBI han logrado el matrimonio igualitario (2005), la ley de rectificación registral para las personas transexuales (2007), el reconocimiento de los derechos de las personas transexuales (2014) con la publicación en 2017 del protocolo educativo en materia trans y el protocolo sanitario (2019), espacios de trabajo donde hemos trabajado activamente. En la actualidad contamos en Canarias con un marco jurídico amplio en materia trans, intersex y expresión de género, con la Ley 2/2021, de 7 de junio, de igualdad social y no discriminación por razón de identidad de género y características sexuales.

    Además, recientemente, el pasado mes de diciembre ha sido aprobada la Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans y para la Garantía de los Derechos de las Personas LGTBI en el Congreso de los Diputados.

    Sin embargo, desde organismos internacionales se lleva denunciando ya al menos dos años de aumento de los discursos de odio de los dirigentes políticos y las consecuencias que ello supone. Por ello, sigue siendo necesario poner distintas estrategias para luchar contra la LGTBIfobia y fomentar una sociedad más igualitaria, y ese el es objetivo de un proyecto como este y poner en relieve las figuras referentes del colectivo.

  • Su “cri-criminal” junto a Bizarrap ha sonado en prácticamente todas las discotecas de España, acumula más de 96 millones de reproducciones en YouTube y este 2022 ha sido definitivamente su año.

    Zuleima González es la joven canaria de 24 años que se esconde detrás del nombre Ptazeta, bajo el que lanza rimas, versos y se ha convertido en referente femenino del género urbano y del colectivo LGTBI por la visibilidad lésbica de sus letras. Hace algo más de tres años trabajaba de camarera en su Las Palmas natal y en 2020 saltó a la fama con el tema Mami, que batió todos los récords de reproducciones.

    La entrevista completa en huffingtonpost.es

  • El día que el Congreso aprobó la ley trans, Daniela Santiago se fue a merendar con sus padres, "mis pilares, los que siempre me han apoyado". Mujer hecha a sí misma, y nunca mejor dicho, esta malagueña de 40 años ha sido chica Almodóvar, ha triunfado interpretando a La Veneno, ha concursado en MasterChef Celebrity... Y el 6 de febrero se subirá al escenario del madrileño Teatro Marquina con un montaje de pura improvisación titulado 'Conejo blanco, conejo rojo'.

    En el siguiente enlace puedes leer la entrevista completa en El Heraldo.es

  • Tras la presentación de su libro “Tierra Amarga”, de la editorial La Calle, hablamos con Kayla Casanova de forma más relajada y tranquila para que nos cuenta su experiencia de vida.

    Hola, Kayla. ¿Quién es Kayla Casanova y qué quiere contarnos en este libro?

    Es una ex bailarina coreógrafa ex modelo, directora artística y profesora de cerámica con un fuerte amor por la naturaleza y los animales, con años de experiencia en el mundo del turismo, del entretenimiento y el espectáculo. Es una vendedora de alegría y con una facilidad por las lenguas y un innovador espíritu del humor, comicidad, sinceridad con una fuerte personalidad, muy amiga de sus amigos y siempre dispuesta a echar una mano al más necesitado o débiles.  En este libro quiero contar mi biografía, así como soy yo en la vida común.

    Quiero contar una historia "drama comedia", ya que la vida es ya de por sí una historia, para cada uno de nosotros y cada cual tiene cosas para contar. Mi historia es parte de mí como el sol es parte del sistema solar y como la luna parte de la tierra, rodando a su alrededor y sobre sí misma. Es una simple historia que espero pueda ayudar a entender a muchos que pase lo que pase la vida es bella, así con todo lo que nosotros creemos que son fallos, pero sin fallos no hay experiencia, y sin experiencia no hay crecimiento, y si no hay crecimiento no hay vida, y la vida es maravillosa.

    Una vez presentado el libro y tú, vayamos a tu infancia. Muy dura, donde viviste situaciones muy complicadas en el ámbito familiar, además de en la escuela.

    Creo que más o menos todos hemos pasados por malos y buenos momentos. Quien ha tenido una infancia más fácil o difícil, el trauma del primer día de guardería, donde uno se separa de su madre, luego hay la muerte que no entiendes muy bien cuando eres pequeño. "La muerte asociada a una pérdida", que sea de un familiar o de un amigo o de un vecino, o quizás un animal o una planta, o quizás una cosa cuando te hace mayor como una casa o un coche, y luego creciendo te das cuenta de muchas cosas que van encajando de espacio como un puzle, y vas entendiendo el porqué de las cosas, hay cosas que pueden depender de ti y cosas que simplemente pasan sin que tu puedas hacer nada.                                                                                                                                                  

    Sur de Italia, familia ultracatólica, un mundo muy complicado para ti.

    El hecho de haber crecido en una familia ultracatólica como casi toda Italia y con fuertes tradiciones religiosas, hacía que las cosas no fueran tan fáciles para una persona con mi característica desde pequeña.

    Yo he siempre luchado para que la gente entendiera lo que es lo "DIFERENTE", aunque más que diferente yo digo la "UNICIDAD" y los diferentes puntos de vista. Me refiero a que yo veía las cosas de otra manera, a diferencia de los demás, explicando al resto que podemos tener diferentes ideas sobre el mismo objetivo y que ni la mía ni la tuya opinión es la correcta o incorrecta, pero son simplemente dos ideas proprias.

    Hago un ejemplo: tu estás de pie delante a mí y yo dibujo un 6 en el suelo entre nosotros dos, para mi será un 6 y para ti será un 9. El objeto es igual, pero los puntos de vista hacen que veamos las cosas de forma distinta

    Podemos invertirnos de posición y cambiaremos otra vez de idea, podemos cambiar el objeto y volveremos a cambiar de idea y cada uno de nosotros tendrá la convicción de que estamos diciendo lo correcto.

    Con la vida se crece y se experimenta, se crece y se estudia, uno se enriquece y es lo que hace que cambiamos de punto de vista, y no estás equivocada.

    Lo que te enseñaban en las iglesias, en creer y obedecer sin ninguna lógica a algo que no se veía, hacer parte de un rebaño, donde si tú no cumplías eras una oveja negra como si fuera algo malo. Cuando escucho esta frase para mi tiene totalmente otro sentido, me da a entender que es una persona con personalidad y que no se dobla fácil, que no escucha y obedece a algo que no cree y no ve, porque en realidad nos quieren dejar creer que somos todos iguales. Cada uno somos únicos con nuestros pro y contras...

    Sufriste abusos, TCA, hasta que cambiaste el chip, a pesar de la relación con tu madre y te fuiste a Roma.                                                                                           

    Sí, fue un periodo de mi vida. En realidad, entras en este giro de no comer o comer y vomitar sin darte cuenta despacito, hasta que un día te das cuenta, y es cuando ya estás dentro metida hasta el cuello. Entiendes que es un problema, y es el caso de buscar ayuda, en mi caso era simplemente no comer no porque no quería, simplemente no tenía hambre, por cansancio, por ser flaca para poder bailar mejor y ser quizás más ágil y buena de la demás y más fácil con las puntas de ballet, o, quizás todas las cosas que me pasaban por la cabeza y no poder ser yo misma y seguir actuando por placer de la sociedad a la que pertenecía.

    Hasta que la primera vez bailando me desmayé y caí al suelo cuando regresé en mí y me lavaron la cara con agua fresca, pensé que quizás era un poco de cansancio y calor, pero regresaba a casa para ducharme, me mire al espejo de cerca y luego de lejos, me mire bien y vi cómo se me marcaban las costillas y las piernas flacuchas y los huesos de la espalda y de los hombros y me obligué, después de un buen llanto bajo la ducha a comer despacito y poco a poco cada día una cantidad más del día anterior. Allí fue cuando dije stop, ya voy a ser yo misma y voy a luchar y a salir de esta situación.

    Tampoco fueron unos inicios sencillos en la gran ciudad como Roma. ¿Cómo fue vivir en la calle?

    Bueno, la calle te enseña mucho, como la sobrevivencia, a ser leal y educada, pero también te enseña a no confiar en nadie- A ser lista y dura y a veces por exigencias mala con los malos.

    Seamos sinceros, vivir por la calle no es el máximo de la vida y del confort, se ve de todo y seguramente aprendes mucho, solo mirando, estando sentada en un sitio a largo tiempo reconoces fácilmente quién es cada uno y a qué se dedican y lo que quiere uno aparentar a la sociedad, con solo mirarlos

    Yo aprendí mucho. Hay también miedo a veces y momentos felices, pero lo que más me costaba era el frío, que es muy difícil convivir con él, luego como decía antes si cambia tu forma de ver las cosas, "el punto de vista" la cosas cambian. También esto me pasó una noche en una fuente en el Coliseo. Pensé: tengo que estar agradecida al universo de tener una ciudad toda para mí, poder ver la fuente de Trevi a las 3 de la madrugada sin gente, pasear por Plaza de España sin empujar. Me hice también un desfile bajando despacio la escalera de noche cantando, “Singin' in the Rain” por la escalinata de Plaza de España y bajo la lluvia mientras la gente corría a resguardarse de la lluvia. Y yo toda empapada feliz.

     ¿La danza fue tu refugio siempre?

    Yo creo que sin la danza hoy no sería lo que soy y no estaría donde estoy, la danza fue para mí primordial y fundamental desde la disciplina a la expresión del cuerpo al lenguaje corporal y la explosión visual y transformación de los problemas internos exteriorizando con pases de bailes. El baile fue una medicina y mi refugio y fue lo que me permitió salir del pueblo, de mi Tierra Amarga.

    Egos, envidias, ¿cómo es la noche de Roma? ¿Y ese mundillo del espectáculo?

    El mundo del espectáculo es un mundo aparte. Por este motivo, digo siempre que hay hadas que son las sastres, que son siempre amables, las peluqueras que son las chismosas y saben todo de todos y las maquilladoras también con un poco más de privacidad quizás, y muchas veces hacen de psicólogas y de mensajeras de correo.

    Los técnicos son personas muy amables y disponibles y luego los jefes, que cuando pasan todo se congela.

    Llegas a Fuerteventura y estás seis años, shows de hotel y dedicación casi de 24 horas, amistades, buena relación y tu amiga Tiziana, que marcó una época de tu vida con tus idas y venidas a FTV. La explotación laboral del sector…

    Empecemos con decir que yo no le guardo rencor. Para mí mi amiga fue una persona que en ella veía mucho como fuerza, talento, simpatía y confianza. Era para mí más que mi hermana, una persona que podía totalmente confiar, que estimaba mucho, fabulosa.

    Fue muy importante para mí en este momento de mi vida. Me ayudó mucho a crecer en todos los sentidos y afrontar la vida para lo que es, a veces en manera muy cruda, pero era la única forma de que yo la entendiera.

    Llegada a Madrid, noche madrileña, más libertad, ¿estabas en tu salsa?

    ¿Quién que no está en su salsa saliendo de fiesta y pasándoselo bien? La noche madrileña en los 90 y aún más el barrio de Chueca se estaba transformando en un barrio totalmente de moda, liberal y multicultural a lo que era en el pasado.

    Desde los locales, las discos y la calle repleta de gente. Podías estar 3 días de fiestas sin volver a casa. Era todo una gran fiesta y muy armoniosa, un ambiente alegre y positivo, por eso le llaman la Movida Madrileña.

    Siempre has sido aventurera y optimista, o eso se interpreta en el libro.

    Aventurera siempre desde pequeña cuando yo subía trepando los árboles para construir una casa de madera o pasaba las tardes enteras paseando por los campos y descampados buscando tortugas o nidos de pájaros, y volvía a casa con las costras de sangres en las pierna o brazos con arañazos por haberme metido donde no debía y lo de optimista lo fui desarrollando con la madurez.

    Eres una persona muy empática por lo que cuentas en el libro, siempre dispuesta a ayudar a los demás

    No soy una persona que me defino EMPÁTICA sola. No me defino simplemente porque no me gustan las definiciones, como cuando digo a la gente que no como carne y me dicen: eres vegetariana... y les explico que no soy vegetariana y que simplemente nunca en mi vida he comido carne.

    Hace poco pensando sobre el mundo animal he descubierto que todos los animales herbívoros son lo más grande del mundo, así que me tendré que sentir afortunada por no comer carne. Un día será grande, broma aparte sí me gusta ayudar a los demás y que se sientan bien, y que encuentren su paz interior. Me hace sentir bien ver que aquella persona ha podido superar sus demonios o un momento difícil, aunque muchas veces luego después pasas al cajón de los recuerdos, y mucha veces ni te reconocen como alguien que estuvo a su lado cuando lo necesitaban, pero eso no importa. Mi abuelo decía: Hace el bien y olvídate, haz mal y acuérdate siempre.

    En Madrid también llega el alcohol, drogas, vida complicada y alejándote de lo que eras como persona. ¿Fue aquello un punto de inflexión en tu vida?

    Las noches de fiestas largas y claramente el alcohol y las drogas, que hasta entonces no conocía, y los malos amigos me llevaron un poco fuera de mi camino alejándome de lo que era yo. Me estaba convirtiendo en una más y en alguien que yo criticaba y a mí esto no me gustaba. Me volví arrogante, diva, quizás un poco discriminatoria y estúpida. Cuando pasa un periodo de tiempo en una circunstancia que no es real alterada por sustancias estupefacientes  que ni conoces y sigues lo que hacen, todo para no parecer la diferente y miedosa, te conviertes en parte del circo, en un payaso más, pero cuando sabes que no está bien lo que estás haciendo y te empieza a sentir mal contigo mismo y te suenan las alarmas del cerebro, entonces es el momento de cambiar de aire dejar todo y escapar lejos de allí y buscar un lugar y tiempo para volverse a encontrar. Y empieza otra vez con fuerza y recoger tu vida en tus manos.

    Pasas por Berlín, que recuerdas con cariño y regreso a casa para ver las bodas de plata de tu madre. Reencontrarte con tu madre fue como poner paz en un pasado turbulento. ¿Cómo enterrar los rencores?

    Berlín son muchos recuerdos. Conocí a una persona fabulosa, que me enamoró y honestamente creí que sería para toda la vida. Me ayudó mucho y en el libro no hablo mucho de él, pero se merecería un capítulo solo suyo.

    Aprendí también a decir "te quiero "una palabra que en aquel entonces no existía en mi vocabulario, que nunca antes me habían enseñado y nunca la recibí de nadie, pero el destino hizo que nuestras vidas se separaran.

    En Bolonia. ¿Todo cambió y Kayla se da a conocer tal y como es, después de haber estado interpretando un papel toda su vida?

    Creo que tendrían que darme un Óscar como mejor actriz protagonista o no protagonista de mi vida, Bolonia fue una etapa muy importante donde vine a tomar conciencia de la palabra transexualidad y cuando por fin acabé de interpretar el papelón de mi vida para la sociedad humanoide, fue cuando conocí a Pam, una chica transexual y gran amiga, ante todo, que me ayudó por fin a exteriorizar mi yo y a quitarme aquella piel que ya no me pertenecía y que había llegado a su fin.

    La prostitución, cuentas anécdotas y detalles de un mundo bastante estrambótico. Tu corazón se había congelado.

    Más que prostitución fue un C.R.M.Y.C.C.D.S.M, es decir un "Centro de recuperación para maridos y chicos cansados con su matrimonio o su relación de pareja". Realmente descubrí mucho como, por ejemplo, qué era el Bondage, donde un hombre se quedó atado horas en mi casa porque yo no era capaz de desatarlo y pedí ayuda a los vecinos sin poder explicar cómo había pasado y creyendo que era un secuestro. Aprendí lo que era una misstress, qué era una lluvia dorada, que no era cuando tiran la purpurina dorada sobre el árbol de Navidad.

    Todos esos términos que jamás había escuchado antes. No nos olvidemos que venía de una familia ultracatólica. Me sabía todos los santos del día del calendario y jamás había escuchado top bottom etc.

    Suicidios de gente cercana, que te llevaron a escribir este libro por la libertad. ¿Ha sido duro contarlo todo o una liberación precisamente?

    Más que una liberación es algo que yo como ser humano y amiga tenía que hacer, es algo que les debía para que no se quedaran en el olvido, porque la verdadera muerte es cuando se olvida a una persona. Ellos aportaron en mi vida algo, su amistad, ayudas, comprensión, cada uno algo. Me sentía en deber de devolverles algo, y este algo es mi libro porque puede ayudar alguien a que no tenga ganas de seguir su línea recta.

    Y llegaremos a Tierra Feliz, ¿qué nos puede esperar en este segundo libro?

    Será toda una sorpresa, desde el comienzo del proceso hasta el día de hoy con muchas sorpresas.

    Casada, dirigiendo un club de pádel con tu marido, ¿cuál es el futuro de Kayla?    

    Mi futuro no lo sé, sino seria pitonisa. Seguramente seguir creciendo, estudiar y dedicarme más al Budismo de la Soka Gakkai para lograr la paz mundial, que en estos tiempos hace falta bastante, y me encantaria que Pedro Almodóvar, mi director preferido, se dedicara a hacer y dedicar una película a todas estas gente "Ángeles Rosas" y explicar que después de un túnel hay siempre un arcoiris y que en el planeta hay siempre una persona esperando por un abrazo tuyo o un te quiero.

  • El 31 de marzo, Día de la Visibilidad Trans, se estrena en cines My Way Out, documental que repasa los 30 años del club trans londinense The WayOut.

    Vicky Lee, empresarie y activista LGTBIQ+ de género fluido, jamás imaginó que su labor al frente del club trans londinense The WayOut terminaría siendo celebrada en el Festival de San Sebastián, donde se estrenó el documental My Way Out, ópera prima de Izaskun Arandia.

    Tampoco que lo presentaría en Madrid ("la primera vez que la visito"), acompañade por su mujer Leslie, días antes de su estreno en cines, que tendrá lugar el 31 de marzo, coincidiendo con el Día de la Visibilidad Trans.

    Cumple 30 años en 2023 el club The WayOut, todo un referente para la comunidad trans, y no solo a nivel británico. “Junto a mi socio y amigo Steffan Whitfield, que falleció en 2005, quisimos crear un espacio en donde las personas trans se sintieran seguras. Y en el que cualquier persona sería bienvenida, siempre y cuando respetase le diversidad”, recuerda Vicky. “Qué de recuerdos ha removido el documental…”, afirma emotiva.

    ¿Cómo nació el impulso de crearlo? En cierto modo, según confiesa –y también está reflejado en el documental–, por necesidad personal. “Sentí impulsos trans desde niñe”, explica. “Aunque me crie en un entorno 100% heterosexual, y durante muchos años no conocí a personas LGTBIQ+. Cuando empecé a salir por Londres buscaba desesperadamente un entorno en el que sentirme aceptade, y gracias a amigas drag queens comencé a encontrar mi lugar, y también a desarrollar mi pasión por actuar”

    No era suficiente, porque no terminaba de sentirse del todo cómode en un lugar. Así que con su amigo, Steffan Whitfield –un performer gay especializado en imitar a las divas del Hollywood clásico– decidió crear The WayOut, porque sentían que las personas trans necesitaban un espacio seguro de libertad en donde relacionarse. “Era maravilloso poder invitar a muchas personas trans que íbamos conociendo al club. Y abrirlo a mí también me permitió desarrollarme como sentía que soy. Lo que Steffan bautizó como ‘inbetweenee’, y que a día de hoy por fin tiene un término que lo define, género fluido“.

    The WayOut ha pasado por 16 salas en 30 años (“aunque estuvimos cerrados durante la pandemia, claro”), y Vicky se emociona al pensar en todas las personas trans que ha conocido en todo ese tiempo. Muchas de las cuales se convirtieron en parte de su familia elegida. “Es que ha sido maravilloso ver el proceso de muchas chicas amigas, antes y después de la transición. E ir a sus bodas cuando ha sido el caso“.

    Izaskun Arandia, una vez pasó tiempo en el club, y no solo con Vicky, decidió estructurar su documental My Way Out con perfiles muy diversos de personas que han frecuentado en algún momento el club, además de los de sus creadores y la esposa de Vicky. “Como realmente no sabíamos qué enfoque le daría, nos quedamos de piedra al ver el resultado final. Porque nos pareció muy honesto, y un retrato perfecto de las vivencias que compartimos con ella“.

    Fuente: Shangay.com

  • Hija de una pareja de activistas contra el 'apartheid' surafricano, pensadora nada complaciente del tiempo que le ha tocado vivir y experta buceadora de la subjetividad femenina en sus escritos, Deborah Levy (63 años) es hoy una de las voces literarias más respetadas de Reino Unido.

    Pasó los años 80 escribiendo arriesgadas obras teatrales –Derek Jarman, el carismático director del cine 'queer', fue quien le insufló el gusanillo de la escena- y a finales de la década, Levy se pasó a la narrativa. En el 2011, con 'Nadando a casa', obtuvo su primera candidatura al Booker, un premio que se ha fijado en ella en dos ocasiones más. La última es ‘El hombre que lo vio todo’ (Random House / Angle), una historia enigmática de adictiva lectura que escribió al mismo tiempo que su celebrada 'Autobiografía en construcción', una obra fundamental para explorar a las mujeres de entre 40 y 60 años, una franja de edad que apenas ha generado literatura.

    Si quieres leer más, pulsa aquí: La Provincia

  • Carla Delgado Gómez, más conocida como Carla Antonelli, es una reconocida activista y política, que ha dedicado gran parte de su vida a la lucha por los derechos de las personas trans y de la comunidad LGBTI. Nacida el 13 de julio de 1959 en Güimar (Tenerife), su historia personal la ha llevado a convertirse en una incansable defensora de la igualdad y la justicia social.

    Estudió Arte Dramático en Santa Cruz de Tenerife, y a finales de los años setenta viajó a Madrid para poder desarrollar su identidad de género en libertad. En aquella época trabaja en la calle y sufre la persecución policial, pero también comienza a hacerse popular en revistas de la transición y participa en varias películas. En 1980 protagoniza el primer documental temático sobre transexualidad, "Vestida de Azul" que emite Televisión Española. Trabaja en espectáculos nocturnos y en salas de fiestas hasta que inicia sus apariciones en televisión, primero como entrevistada y después como tertuliana

    En 1997 se afilia al Partido Socialista Obrero Español. Como coordinadora del Área Transexual del Grupo Federal LGTB, empieza a convertirse en referente del colectivo en España. Trabaja en la elaboración de la propuesta electoral del PSOE que contempla el matrimonio entre personas del mismo sexo y una ley específica para las personas trans. Tras la victoria socialista y la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, Carla anuncia una huelga de hambre si no se tramita la Ley de Identidad de Género.

    En el año 2007, se convierte en la primera mujer trans de la Comunidad de Madrid en solicitar el cambio de nombre y género en el Registro Civil. En 2011 entra en la lista electoral del PSOE y es elegida diputada de la Asamblea de Madrid, convirtiéndose en la primera mujer trans en acceder a un cargo de representación parlamentaria en España.En octubre del 2022 confesó su "profunda decepción" y solicitó su baja como militante del Partido Socialista por los retrasos en la tramitación de la Ley Trans. Meses después, con la ley aprobada, respira tranquila. En declaraciones a Jot Down, señala que no se arrepiente de su decisión y no tiene reparo en señalar a aquellos "mentirosos compulsivos" que "han falseado la realidad". 

    ¿A qué huele su infancia?

    A yodo y a mar. A mar, y a salitre. A los cardones. A mar. 

    ¿Qué papel tiene el lugar en el que nacemos, en la construcción de lo que somos, en nuestra identidad?

    Todo. Yo no sé lo que será para otros, pero para mí lo es todo. Hoy, que en la pedanía del Socorro, allí, en la playa, donde teníamos una casa la familia, a treinta metros haya una rotonda, frente a la ermita pequeña, que se llame Carla Antonelli… pues entonces ya para de contar. El día 1 de enero, me senté allí viendo el mar, frente a la ermita, en la calle Carla Antonelli [risas]. Cómo no me va a oler a mar la infancia.

    Se fue de casa el 10 de enero del año 1977, con diecisiete años. ¿Cómo de premeditada fue esa decisión?

    Premeditada desde lo irrevocable, donde ya no tenía razón de ser quedarme allí, porque ya era notorio, menos mi familia lo sabía casi todo el mundo. Entonces, ante la imposibilidad, tú te lanzas.

    No volvió hasta treinta y dos años después, a recibir un galardón.

    Hasta el 2009. Noche. Luna llena, por supuesto, tuvo que ser. Para un 20 de noviembre, aniversario de la muerte de Franco, aniversario de la muerte de mi padre.

    Volví a pasear por esas calles, una noche de luna llena. Y al día siguiente más de trescientas personas allí, todo el mundo preguntándome que si me acordaba. De algunos sí, otros no. 

    ¿Cómo fue volver?

    Volver sin la frente marchita [risas]. Volver sin rencor. Sin rencor. Porque el rencor ensucia. Volver para luego volver a volver. Volver para terminar de romper el muro de cristal cuando fui ya pregonera de las fiestas de San Pedro. Otra quimera. Yo pregonera de las fiestas de San Pedro, con un cura del pueblo de al lado intentando hacer una manifestación. Y a partir de ahí yo ya voy por la calle de mi pueblo y voy a la plaza de San Pedro y al bar… Ya no tengo ningún problema, pero me costaba andar por aquellas calles, me sentía una extraña.

    ¿Ha crecido sin referentes?

    Hasta los dieciséis, diecisiete años yo no tenía ningún referente. Cuando salgo de mi casa, sí. Con diecisiete años ya conozco la existencia de Bibiana Fernández porque se proyecta la película de Vicente Aranda"Cambio de sexo".

    ¿Qué siente al ver que ahora los niños y niñas sí los tienen?

    Pues de ahí la importancia de los padres, la importancia de espejos donde mirarse. La importancia de saber que no están solos, de recibir información. La importancia, no solamente de los niños, las niñas y les niñes, es la importancia de quienes lo fueron en aquel momento y hoy son padres y madres. Es una labor hecha a lo largo de estos cuarenta años: la visibilidad, que ha concienciado a familias, que hay asociaciones de padres y madres que protegen y acompañan a sus hijos, hijas e hijes. 

    ¿Cómo se definiría a sí misma? ¿Quién es Carla Antonelli? 

    La que aprendió, la que resistió y la que sobrevivió. Pero, sobre todo, la que aprendió mucho y para bien de la vida, incluso de lo peor de la vida. Mira, esto no lo había dicho nunca, no me había salido así.

    En el año 80 grabó un documental para Televisión Española, el primero en el que se trataba la transexualidad, que fue secuestrado por la censura hasta un año después. ¿Cómo le llegó la propuesta? 

    Hasta septiembre del 81, después del golpe, sí. Leonardo Dantés. El de «No cambié, no cambié, no cambié». Me llama. Estaba en el armario por esa época Leonardo. «No digas a nadie que me conoces». O sea, Leonardo Dantes. Televisión Española estaba buscandoporque querían hacer un programa y contar tres historias. Y al final ese programa terminó solamente con mi historia: «Carla, el enigma de una belleza». Y se convirtió, al final, en el primer documental temático que se había hecho de transexualidad, que no quiere decir que no hubiesen salido personas trans antes. 

    En El viaje de Carla, el documental sobre su vida dirigido por Fernando Olmeda, dice «la propia visibilidad es normalización». ¿Por dónde pasa ese camino hacia la normalización y en qué punto cree que estamos?

    Hay muchos caminos andados y muchos caminos desandados que hay que volver a andar, desgraciadamente. Se han dado muchos pasos desde los albores de nuestra democracia, allá por finales de los años 70. Si no hubiese habido personas visibles a lo largo de todo este tiempo, nada se estaría escribiendo igual. Por supuesto que viajamos a la utopía donde nadie tenga que decir ni reafirmarse, ni llevar un cartel en la frente a no ser que lo quiera de «yo soy trans». Ser trans no es otra cosa que un calificativo denominativo de una situación. 

    Hace un par de semanas Jaime de los Santos, diputado de la Asamblea por el Partido Popular, dijo en el Senado que la boda de Javier Maroto fue posible "porque el 20 de noviembre de 2011, con una mayoría absoluta de ciento ochenta y dos diputados, el señor Mariano Rajoy Brey no cambió en cuatro años ni una coma de la ley del matrimonio igualitario".

    [Risas]. La transmutación… Esto sí que es una transmutación. Es lo que puede producir la política en un momento dado, que sale una parte oscura de las personas donde no reconoces a la persona que alguna vez viste en tu vida. El ridículo sideral que ha hecho delante de toda España… Yo dejé un tuit de cómo de la noche a la mañana puedes amanecer convirtiéndote en el hazmerreír de toda España. Esa intervención… Le mandé un mensaje privado y le dije "das vergüenza ajena"

    ¿Tuvieron relación en algún momento?

    Claro que lo conozco. De la Asamblea, he sido diputada diez años en la Asamblea. Él fue consejero de Cultura y se promocionó dentro del colectivo LGTBI en el World Pride como LGTBI-friendly, y es como que hizo su salida del armario oficial. Siempre ha sido gay, pero del "sí, soy gay"me acuerdo perfectamente en ese acto, que parecía su anuncio oficial. Evidentemente ha sido gay toda su vida, pero él lo quiso oficializar ahí. Y de pronto ves esto, y no solamente esto, sino que dijo que la ley trans "borraba a las mujeres". Le dije "Jaime, das vergüenza ajena". Cuando le mandé eso, veo que se lo va pasando, el WhatsApp, a todos los que estaban allí. Vamos a ver, lo que hizo él… ¿Sabes lo que hizo? Fue un refrito del Club de la Comedia, de todos sus hits de la Asamblea. Como lo conozco, pues dijo eso, dijo lo de su madre, lo de las uñas, que él era gay, que su madre era del PP, que nunca le había rechazado, que todos los del PP eran buenos, qué nunca había sufrido discriminación.

    Hace falta tener muy poquita vergüenza para decir que se casó y que tenemos que dar las gracias, en realidad, no a Zapatero ni a Pedro Zerolo, sino a Rajoy por no derogarla cuando estuvo en el gobierno. Rajoy, el mismo que presentó el recurso de inconstitucionalidad en el Tribunal Constitucional. El mismo que fue invitado de honor en la boda de Javier Maroto. Por favor, un poquito de vergüenza. Yo me imagino que hasta pueden creer en Dios… Si creen en Dios, que tengan un poquito de vergüenza. Pues nada, bueno, piensa que es el mundo coach, que él ha sido coach. Entonces cree que teatralizando y forzando y haciendo una cosita así va a convencer. Acuérdate, fue coach de Mariano Rajoy.

    Entrevista completa, en Jot Down

  • Manolita Chen es una diva folclórica de las que ya no quedan. De esas capaces de maquillar de hipérbole, ironía y color el relato cruel de haber vivido como mujer transexual en la España gris y opresora del franquismo. Y como tal se las gasta, sentada en el trono dorado de su despacho, rodeada de santos festoneados con banderas arcoíris: “Si no hubiese sido fuerte, no estaría aquí sentada”. Edulcora con una sonrisa de carmín rojo un relato de palizas, violaciones y cárcel. Dice que fue la primera transexual en cambiarse de nombre y en adoptar a sus cinco hijos discapacitados, allá por los años ochenta. Resulta difícil creer que legalmente fuese tal cual ella lo cuenta, pero en la práctica resultó bien real para Manolita Saborido (Arcos de la Frontera, 79 años), la persona que se oculta tras el personaje. Además, ya lo dejo dicho la suma sacerdotisa folclórica, Lola Flores, a modo de mandamiento: “Cuando yo digo las mentiras, las convierto en verdad”.

    Saborido deslumbra con su vida de película a dos de los chicos marroquíes LGTBIQ que la artista tiene acogidos en un piso para personas perseguidas por su identidad sexual y de género que la Fundación Manolita Chen acaba de poner en marcha en la Sierra de Cádiz. Será el primero de los que quiere crear en la provincia y en Sevilla. Chen ha apostado fuerte para ello en el ocaso de sus días. Ha puesto su ingente patrimonio inmobiliario y de obras de arte, atesorado con sus años de trabajo como empresaria, a nombre de la entidad que lleva su nombre. “Llevo una vida luchando, pero no me retiro. Todo pasa a la fundación, menos mis bragas”, exclama divertida. Uno de los acogidos, que asegura que antes se sentía más cómoda con peluca y vestida de mujer, pero que después tanta discriminación sufrida por ahora prefiere cubrirse con ropa de chico, solo le sale decir: “Es maravillosa. Sin ella estaría ahora en la calle”.

    No cuesta trazar el paralelismo entre la historia de una joven mujer transexual de pueblo en la España de la dictadura y el presente que les ha tocado vivir a los dos chicos, ambos de 30 años, en una Marruecos natal en la que ser LGTBI implica la persecución legal y el repudio social. “Siento que tenemos muchas cosas en común”, señala el otro. Como ellos, Saborido también tuvo que huir de su familia y de su entorno, harta de agresiones, palizas e insultos. “Era imposible vivir en Arcos. Cada vez que venía una fiesta decían que era una vergüenza y me detenían o me encerraban en el cementerio”, relata la artista. Uno de ellos la mira en silencio, hasta que se anima a contar su historia: “En casa me pegaban cuando intentaba vestirme de chica. Hui de Marruecos, acabé en Toledo, pero allí también me discriminaban. Canto bien y me gusta actuar, pero ahora solo quiero trabajar en lo que sea”.

    Más información, aquí: elpais.com

  • Manolita Chen es una diva folclórica de las que ya no quedan. De esas capaces de maquillar de hipérbole, ironía y color el relato cruel de haber vivido como mujer transexual en la España gris y opresora del franquismo. Y como tal se las gasta, sentada en el trono dorado de su despacho, rodeada de santos festoneados con banderas arcoíris: “Si no hubiese sido fuerte, no estaría aquí sentada”. Edulcora con una sonrisa de carmín rojo un relato de palizas, violaciones y cárcel. Dice que fue la primera transexual en cambiarse de nombre y en adoptar a sus cinco hijos discapacitados, allá por los años ochenta. Resulta difícil creer que legalmente fuese tal cual ella lo cuenta, pero en la práctica resultó bien real para Manolita Saborido (Arcos de la Frontera, 79 años), la persona que se oculta tras el personaje. Además, ya lo dejo dicho la suma sacerdotisa folclórica, Lola Flores, a modo de mandamiento: “Cuando yo digo las mentiras, las convierto en verdad”.

    Saborido deslumbra con su vida de película a dos de los chicos marroquíes LGTBIQ que la artista tiene acogidos en un piso para personas perseguidas por su identidad sexual y de género que la Fundación Manolita Chen acaba de poner en marcha en la Sierra de Cádiz. Será el primero de los que quiere crear en la provincia y en Sevilla. Chen ha apostado fuerte para ello en el ocaso de sus días. Ha puesto su ingente patrimonio inmobiliario y de obras de arte, atesorado con sus años de trabajo como empresaria, a nombre de la entidad que lleva su nombre. “Llevo una vida luchando, pero no me retiro. Todo pasa a la fundación, menos mis bragas”, exclama divertida. Uno de los acogidos, que asegura que antes se sentía más cómoda con peluca y vestida de mujer, pero que después tanta discriminación sufrida por ahora prefiere cubrirse con ropa de chico, solo le sale decir: “Es maravillosa. Sin ella estaría ahora en la calle”.

    No cuesta trazar el paralelismo entre la historia de una joven mujer transexual de pueblo en la España de la dictadura y el presente que les ha tocado vivir a los dos chicos, ambos de 30 años, en una Marruecos natal en la que ser LGTBI implica la persecución legal y el repudio social. “Siento que tenemos muchas cosas en común”, señala el otro. Como ellos, Saborido también tuvo que huir de su familia y de su entorno, harta de agresiones, palizas e insultos. “Era imposible vivir en Arcos. Cada vez que venía una fiesta decían que era una vergüenza y me detenían o me encerraban en el cementerio”, relata la artista. Uno de ellos la mira en silencio, hasta que se anima a contar su historia: “En casa me pegaban cuando intentaba vestirme de chica. Hui de Marruecos, acabé en Toledo, pero allí también me discriminaban. Canto bien y me gusta actuar, pero ahora solo quiero trabajar en lo que sea”.

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  • La activista Camino Baró prefiere hablar de intersexualidad en plural ya queabarca muchas realidades. Las intersexualidades son variaciones en eldesarrollo sexual que se caracterizan principalmente por diferencias en loscromosomas, en las hormonas, en los genitales, en las gónadas y/o en lascaracterísticas sexuales secundarias, diferencias que se salen de lospatrones que solemos asociar a los conceptos “hombre” y “mujer”.Camino nació con insensibilidad a los andrógenos y genéticamente es XY,por lo que su fenotipo (apariencia física) es visiblemente femenino, pero, anivel interno, conservó dos testículos no descendidos. Sus padres lodescubrieron con 4 años y ella lo descubrió con 28, por casualidad.Defiende la visibilidad y la formación en diversidad corporal para normalizarlas intersexualidades y poder crecer sin miedo.

    - ¿Qué te impulsó a convertirte en activista?

    - Hace poco, lo discutía con una persona, también relacionada con el sector LGTBI, ¿en el colectivo que significa ser activista? Porque para mí activismo es un término que me genera cierto conflicto semántico. Conceptualmente, desde mi punto de vista, activista es una persona que está luchando por los derechos de un colectivo. En mi caso yo no estoy luchando por los derechos de las personas intersex, pero si estoy luchando por su visibilidad. Esta persona con la que discutía me decía que activismo no tiene por qué traducirse como la persona que lucha por conseguir cambios en legislaciones o leyes, modificar códigos penales… ese tipo de cosas, sino en hacer cosas. Precisamente por eso se llama activismo, porque estas invirtiendo parte de tu tiempo personal en hacer cosas, de manera gratuita.

    Mi interés por el activismo ha ido creciendo poquito a poco. Iniciativa que me proponen, iniciativa a la que me sumo, pero fundamentalmente con esa meta, la de visibilizar la intersexualidad, siempre con mi mejor voluntad para que la gente se de cuenta de que mi realidad no tiene que ser la misma realidad de otras personas intersexuales. De hecho hay muchísimos tipos diferentes de intersexualidad y yo tengo una de ellas. Mi deseo más primario me pide que la gente que me conozca pueda poner cara al concepto intersexualidad y que no les suene a cuento chino o a mitos griegos, a cosas muy extrañas o poco comunes. Me gustaría que la gente se quedara con que es más frecuente de lo que se piensa y que le pudieran poner una cara. Eso es lo que me motiva en el activismo.

    - ¿Ser intersexual ha influido en tu activismo?

    Por supuesto, sí, sí. Sí, efectivamente. Si yo hubiese continuado viviendo de una manera disociada como viví mi intersexualidad hasta los treinta años, probablemente jamás me hubiera dedicado al activismo.

    Sin embargo, sí que hay algo en mi me estoy dando cuenta de que tiraba hacia el activismo más social, porque antes de empezar con todo esto, empecé con el activismo en un centro social autogestionado aquí en Madrid en Tabacalera con un colectivo que ofrece psicología solidaria a personas con bajos recursos. Eso también es una forma de reivindicar y de buscar un poco apoyarnos los unos a los otros, de hacer algo diferente a lo que muchas de las políticas públicas proponen.

    - Otra de tus facetas es el dibujo, ¿en qué te sientes más libre para expresarte, en el dibujo, la escritura o haciendo algún tipo de acción/representación?

    -Creo que mi manera de expresarme ha ido variando en función de mi edad. Cuando era bastante más joven, una adolescente, me pasaba día escribiendo, componiendo poemas, creando cuentos, etc. Cuando era muy pequeña también dibujaba, pero el dibujo fue un poquito más mayor, a partir de los veinte-veinticinco años cuando empecé ya a pintar oleos, también algún acrílico. El dibujo siempre me ha acompañado.

    -¿Nos puedes hablar de tus referentes?

    - Cuando aún me encontraba muy armarizada buscaba referentes andróginos cuya expresión de género fuera diversa. Me sentía identificada con personas como David Bowie, por ejemplo. Me gustaban (y me gustan) porque rompían los cánones sobre lo que tiene que ser masculino o femenino y jugaban con esas variables de genero. Ahí me sentía muy a gusto. Cuando ya me he ido metiendo más en temas de activismo LGBTI, me he ido dando cuenta de que las personas que para mi son referentes son personas que se cuestionan todos los esquemas binarios que hemos aprendido desde pequeñas, pequeños, pequeñes. Y principalmente los teóricos fundamentales de esta nueva ola de plantearse el genero desde otras facetas son las personas trans y especialmente ha habido varias personas que me han marcado mucho. Diría que Miquel Misséha sido el que más, por el tema de no rechazar el cuerpo con el que has nacido y no sentir que tienes que operarlo y modificarlo para encajar en unos roles sociales, preestablecidos con los que no tienes porqué estar de acuerdo. Me ha servido para no demonizarme ni pensar que soy un bicho raro. De ahí te diría que me iría a otras personas que también me han influido después como Paco Vidarte.

    Paco Vidarte creo que es, para el colectivo LGBTI, un referente brutal que, lamentablemente, falleció muy joven. Se planteó una mirada LGBTI en su libro Etica marica en el que desarrolla un montón de postulados, de ideas que jamás se me habrían pasado por la cabeza de pensar ni tan siquiera imaginarme que alguien pudiera pensar así. Especialmente, recuerdo que me explotó la cabeza leyendo este libro que nos recuerda que las personas no cisheteronormativas no tenemos que conformarnos con las migajas que nos da la Sociedad heteropatriarcal, que tenemos que intentar defender nuestros derechos desde otro esquema, que no sea el de chupar rueda de los modelos normativos hegemónicos y habla de una ley de la gravedad que padecemos las personas LGBTI, que somos más sensibles a caernos al suelo con una mala mirada, una crítica, un insulto… Para mí su lectura me dio mucha fuerza, mucha garra, para seguir luchando y seguir defendiendo mi visibilidad. Diría Paco Vidarte, Miquel Missé y también me ha influenciado mucho Brigitte Vasallo con sus lecturas ya más relacionadas con temas feministas, poliamorosos, etc. También me ha demostrado otro tipo de feminidad y me ha gustado mucho poder leer su opinión en diferentes obras.

    Lee la entrevista completa en La Buhardilla de Tierra Trivium 

  • Marina Sáenz nació en San Sebastián, estudió Derecho en la Universidad deDeusto y se doctoró en la Universidad de Valladolid.Es directora del departamento de Derecho Mercantil en Facultad de Derechode la Universidad de Valladolid en la que ha sido profesora titular. Desde 2020logró acreditarse como catedrática, lo que la convierte en la primera mujertrans en conseguirlo en España.Es autora y/o coordinadora de ocho libros, más de sesenta artículos enrevistas científicas y capítulos de libros, ha participado en once proyectosde investigación, once convenios y en multitud de conferencias, cursos yseminarios sobre diversos temas jurídicos.

    Como activista por los derechosLGTBI, particularmente por los derechos del colectivo trans, ha colaboradoen la redacción de varias leyes autonómicas, así como en la ley para laigualdad de las personas trans y la garantía de los derechos LGTBI, y formóparte como experta del grupo de trabajo que consiguió la aprobación de la Ley 3/2007 de Rectificación Registral de la Mención Relativa al Sexo de las Personas. Además, ha colaborado en numerosos foros nacionales e internacionales.

     -¿En qué mejora la ley trans?

    - En muchas cosas, la ley del 2007 nos permitía el cambio de sexo registral tras presentar dos certificaciones médicas, una en la que nos obligaban a declarar que teníamos un trastorno mental y en otra en que exponíamos que habíamos pasado dos años de hormonación. En la ley actual se incorporan un montón de temas muy necesarios: medidas de apoyo laboral, de inserción en el entorno educativo, medidas que buscan la inclusión social, que es una asignatura pendiente. Y se intenta poner orden en el caos sanitario, porque cada comunidad autónoma ofrece o no tratamientos a los transexuales, a veces no son los mismos, y finalmente se eliminan estos requisitos de certificaciones médicas para que no tengamos que declararnos personas trastornadas porque no lo somos. Y que no haya un itinerario único en el que sea necesaria la hormonación, porque se reconoce que también existe identidad de género en los menores. 

    -La polémica ha surgido porque de pronto tú puedes registrarte como hombre o mujer sin ningún papel.

    - Sí, la gente no entiende esto, ¿pero quién va a certificar mi identidad mejor que yo? ¿Por qué terceros van a saber más sobre mi identidad de género? Los diagnósticos no tenían una base científica porque al final la única prueba que hay es la declaración y las vidas de las personas identificadas. 

    -¿Se pone el límite en los 16 años?

    - Sí, porque en el Estado español es la edad para el consentimiento informado, la edad a la que puedes consentir tener relaciones sexuales, a la que puedes empezar en el matrimonio, a la que puedes ingresar en una cárcel de adultos, en la que decides si recibes o no un tratamiento médico, en la que puedes abortar sin consentimiento. Si tenemos madurez para todo eso, cómo no la vamos a tener para decidir quiénes somos. 

    -Por tu experiencia, ¿a qué edad se suele manifestar esa identidad?

    -Los estudios de la asociación de pediatría americana sobre niños transgénero indican, y nuestra experiencia también, que las primeras manifestaciones son a partir de los 4 o 5 años. Luego, dependiendo del entorno, se reafirma o se inhibe. Y por supuesto, tenemos manifestaciones mucho más fuertes en la etapa prepuberal. El entorno y la cultura condicionan mucho, al igual que el grado de aceptación o rechazo de esas manifestaciones. En mi generación, a los 4 o 5 años, las cosas estaban muy claras: si te manifestabas, como la reacción de todo el entorno y de las personas que te querían era mala, intentabas inhibir eso hasta que en la adolescencia aparecía como un torrente que no podías detener.

    -¿Tú que edad tienes?

    - Uf, ya soy de las de y taytantos, tengo la edad de la invisibilidad, ja, ja. La cincuentena, vamos. 

    -¿Te pudiste tratar en España? ¿Cómo era entonces?

    -La mía fue una generación perdida, la mayoría de las personas trans tuvieron una vida muy difícil. O asumieron unas vidas marginales o inhibieron su manifestación de personalidad o recibieron unas situaciones emocionalmente muy duras. En nuestra época, no había tratamientos médicos accesibles, había mucha automedicación que mató a mucha gente, y una exclusión laboral y familiar en cuanto te manifestabas. Hay muchísima gente de mi edad que nunca ha expresado su identidad y ha hecho una vida bastante triste.

    «Se inhibe» no quiere decir que desaparezca esa identidad. ¿Una persona trans siempre quiere hacer ese cambio?

    -Claro, quiere decir que no se manifiesta públicamente. Una persona trans es lo que es: una mujer es una mujer. Cuando vives sin poder manifestar tu identidad, algo te va secando la vida. En mi caso, iba consiguiendo logros familiares, sociales, tenía una vida muy satisfactoria y, sin embargo, era como si todo hubiera perdido el sabor, el olor, porque tú no estabas ahí. Al final fue absolutamente necesario dar el paso pagando el precio que fuera. No se puede vivir con la negación de una misma. 

    -¿Has tenido que explicarte delante de tus alumnos?

    -Esto es quizás lo más fantástico de todo. Ellos lo entendieron a la primera, hubo en los grupos de WhatsApp algunos que hicieron comentarios, pero los primeros que les callaron la boca fueron sus compañeros. Estamos ante una generación que lo vive con otro conocimiento, con otro sentimiento y otra cultura. 

    - Esta generación de jóvenes hablan con normalidad de género fluido, no binario, es otro mundo.

    .-Es una generación que ha sido educada, no en la tolerancia, que es una palabra que no me gusta, sino en el respeto y en la diversidad del ser humano. Nos están dando muchas lecciones a las personas que teóricamente somos más adultas. De eso deberíamos estar muy orgullosos porque somos un país en el que la aceptación de la diversidad es norma general. 

    - ¿Cómo es ese proceso de hormonación? ¿Cuánto puede durar?

    -Lo primero es que hay que deshacer los bulos. La ley trans no va a operar a ningún menor. En este país está prohibido. Tampoco vamos a hormonar a niños porque los niños no necesitan hormonaciones. En aquellos casos en los que se ve con claridad que el menor manifiesta una identidad de género y le viene un desarrollo hormonal que no desea, le proponemos un tratamiento de bloqueadores hormonales para ver si se mantiene firme esa manifestación. Es el plazo que recomienda la sociedad de endocrinología internacional. No más de dos años, con un control médico que la ley garantiza que será con personal formado. 

    - ¿Hay mucha gente que empiece con bloqueadores y luego se arrepienta?

    -Los informes que tenemos dicen que más de un 95% de las personas que empiezan y piden un tratamiento no vuelven atrás. Lo que no tiene sentido es que no atendamos a la mayoría. 

    - ¿Qué pasa después?

    -Si tiene una identidad firme, hacemos una hormonación cruzada. Para una mujer transexual se le aportan estrógenos y antiandrógenos, así el desarrollo físico se corresponde al que esa persona tiene. Esto puede durar toda tu vida. Tenemos experiencia de más de 35 años de tratamientos, no es algo experimental.

    Lee la entrevista completa en La Voz de Galicia

  • Miquel Missé nació en Barcelona en 1986 y es sociólogo y activista trans.También es consultor y formador independiente en el ámbito de las políticaspúblicas por la diversidad sexual y de género, colaboradora comoinvestigador, implicado en iniciativas sociales y es creador, junto a Pol Galofre yGracia Camps, del espectáculo “Trans Art Cabaret”. Sus intereses se centranen la promoción de una cultura trans plural y crítica, así como en la difusiónde referentes transformadores.Es autor de varios libros, entre ellos “A la conquista del cuerpo equivocado”(2018).En 2022, el activista acudió a las I Jornadas "Un feminismo más allá de la identidad" del proyecto Taguri en la Casa Museo Pérez-Galdós, en Las Palmas de Gran Canaria. 

    La manifestación del 8M se ha dividido en dos frentes donde la comunidad trans vuelve a ser cuestionada. ¿Dónde está el punto de encuentro?

    Diría que hay un relato mediático respecto a una tensión entre los movimientos trans y feministas; y habría que entender que es un enfretamiento entre algunas corrientes feministas con algunas propuestas políticas trans, pero no lo homogeneizaría. Dentro de las críticas hay activistas que tienen dudas políticas respecto a la cuestión trans. No hay que evitar la expresión. El punto de encuentro tiene que ver con que el feminismo es una herramienta muy potente para construir una forma de entender la transexualidad despatologizante. 

    La ley trans permite la autodeterminación de género frente a la patologización de terceros. ¿Cómo ha generado tanta polémica este debate? 

    Cuando hablamos de autodeterminación de género es un principio por el que la gente trans, en nuestro país, puede modificar la documentación sin necesidad de un informe psiquiátrico y de dos años de hormonación, es decir, sin un tercero que evalúe si somos hombres o mujeres. Por tanto, frente a ese modelo que genera desigualdades y problemas, la mejor idea que ha tenido el movimiento trans es que no hay nadie autorizado para evaluar el género. No hay consenso sobre ello en esta sociedad, así que no lo vamos a pagar las personas trans. Observándola con lupa, la autodeterminación sonaba muy individualista y alejada de la estructura y las lógicas de la desigualdad de género, lo cual son críticas pertinentes, pero la cuestión es que nadie ha propuesto una solución. Si no hay una autodeterminación, ¿volvemos atrás con un psiquiatra? 

    ¿La abolición del género es posible?

    La idea política de la abolición del género es interesante, pero ofrece muy pocos caminos en un mundo donde el género existe, opera y regula la vida. Lo que a mí me interesa es encontrar puntos de encuentro entre las luchas feministas y trans y, si la abolición del género implica que las personas trans no puedan verse reconocidas con los papeles sociales que ocupan, al final es una problemática. Hemos nacido en sociedades donde se nos ha señalado por incumplir las normas de género y la transexualidad es una vía posible para encajar en este mundo. No es perfecta y seguro que está llena de contradicciones, pero vivimos aquí y no en la evolución de género. Durante la mesa de debate quisiera hacer un paralelismo entre los movimientos feminista y trans resolviendo que, de la misma forma que basar el primero en la identidad mujer puede ser problemático, creo que el sujeto de la lucha trans no es solo el colectivo: abarca las luchas por la libertad de género, por la diversidad de género y son bienvenidos quienes compartan esos valores. 

    En esta jornada se enfrentan las posiciones abolicionistas y reguladoras del trabajo sexual.

    Entre abolir y regular, hay una intermedia: defender los derechos de las trabajadoras sexuales. No se trata de regular en un sistema desigual y de explotación, sino poner en el centro la realidad de muchas mujeres que tienen esta ocupación y están desvinculadas de sus derechos sociales y laborales. No sé si es justo que las castiguemos porque nos pareciera que no es moralmente aceptable. Es un poco parecido a la transexualidad, hay categorías de géneros muy rígidas donde, moviéndote de una a otra, la resignificas y redignificas. ¿Las trabajadoras sexuales no hacen más que vivir en un sistema de explotación o no pueden desmentir esto y tener otras experiencias o vivirlo de formas distintas? Se trata de escuchar y atender a quienes tienen vulnerados sus derechos.

    El capitalismo no deja de ser el sistema donde se mueven estas realidades, del cual se sirve para explotarlo y utilizarlo. ¿Hay alguna vía para superarlo?

    Más que víctimas de estos sistemas de explotación, habría que entender que también los habitamos y les damos otros sentidos. Dentro de lo trans no hay víctimas o culpables, somos distintos y compartimos experiencia en una sociedad binaria en relación a los papeles que se le han dado a hombres y mujeres. Las categorías que nos dan sentido también nos encierran y los sistemas que nos dan sentido al mismo tiempo nos oprimen: estamos atravesados por esa contradicción. La pregunta es cómo garantizar los derechos y cómo transformar la normativa del género, la presión de ser un niño masculino o una niña femenina en la infancia, eso es también una lucha trans muy importante.

    Fuente: La Provincia

  • Artista e icono queer, la finlandesa Tove Marika Jansson (1914-2001) fue escritora, ilustradora, historiadora y pintora. Es particularmente conocida por su obra para la infancia y, sobre todo, por haber creado los personajes de la familia Mumin. Su fama se extendió con rapidez convirtiéndose en la escritora finesa más leída en el extranjero. En 1966 obtuvo el Premio Hans Christian Andersen de literatura infantil, por el conjunto de su obra. 

    Entre los años 1930 y 1953 fue ilustradora e historietista para la revista satírica y antifascista  "Garm". Un año antes, en 1929 había creado a los Mumin, los personajes que la catapultarían a la fama. En 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, escribió e ilustró el primer libro de la saga: “Småtrollen och den stora översvämningen” ("Los pequeños troles y la gran inundación"), que no tuvo mucho éxito. Las obras que le hicieron alcanzar el éxito fueron su segundo libro “Kometjakten" ("La llegada del cometa"), en 1946, y el tercero "Trollkarlens hatt" ("La familia Mumin"), en 1948. El último de la saga se publicó en el año 1970.

    Tove tuvo varias relaciones con mujeres hasta que, en 1960, se asentó en una remota isla del Golfo de Finlandia: Klovharu, con la persona que conoció durante su época de estudiante y que le acompañaría toda su vida: la artista gráfica y profesora Tuulikki Pietilä. Tove era una mujer discreta, pero nunca ocultó su lesbianismo. Fue la primera pareja lesbiana de Finlandia que se mostró de forma abiertay optó por visibilizar su orientación sexual en actos públicos, como por ejemplo, el Baile del Día de la Independencia en el Palacio Presidencial de su país. Su obra también refleja unos valores no sexistas, ya que las relaciones de los Mumin se construyen sobre roles libres de género, haciendo hincapié en lo importante que es ser fiel a una misma, hecho que los hace aún más universales. Aunque ella siempre dijo que no escribía para adoctrinar, sino para divertirse.

    Fuente: InOutRadio

  • Desde Gamá queremos conocer tu percepción sobre la violencia intragénero, que es aquella que se produce en el seno de una pareja del mismo sexo, y por eso te pedimos que respondas a este cuestionario anónimo que te llevará unos minutos.

    Tu voz es importante y nos ayuda a conocer mejor esta realidad invisible: https://forms.gle/wWGq3unKh63DjjJA9

    Este acción se enmarca en el proyecto VICD: Visibilizando imaginarios colectivos diversos, dentro del Marco Estratégico Por La Igualdad Gran Canaria Infinita, subvencionado por el Consejería de Igualdad del Cabildo de Gran Canaria.

  • El cantaor de flamenco, de 50 años, habló por primera vez públicamente sobre su orientación sexual en una entrevista publicada en 2016 en la revista VanityFair.Poveda se ha ido descubriendo como la antítesis de la tradición y elconservadurismo que parece que siempre han rodeado a su profesión. Es elcantaor de flamenco y coplas más reconocido de nuestro país, connumerosos premios y reconocimientos que así lo acreditan, entre ellos cincopremios Grammy Latino al Mejor álbum flamenco. A través de susmanifestaciones públicas ha ido compartiendo el rechazo que sufrió a nivelfamiliar y social por su orientación sexual, así como su proceso deaceptación.

    En una reciente entrevista para El Mundo, el cantaor presentó su último trabajo: "Diverso". 

    "Sentí que un sector de la sociedad se estaba radicalizando, que la gente ponía muros, y yo quería hacer justo lo contrario", explicó al periódico. "Quería abrazar, tender un puente entre Triana y La Habana, que las peteneras mexicanas enlazasen con las flamencas o que el flamenco tradicional conviviese en un bolero con la voz de Omara Portuondo. Viajar. Y todo ello conviviendo de forma natural". Recuerda que de niño quería muchas cosas, hasta que vio que "la vida es otra cosa, que va en serio. Me dejo llevar, esperando que la vida me sorprenda para bien".

    Esperando que "algunos seres humanos se inunden de empatía, sensibilidad, amor al arte, a la cultura, al ser humano, que cese la agresividad... Desearía por ejemplo que a Putin le entrara aunque fuese un átomo de sensibilidad y parase esa guerra absurda que es una sinrazón. Los artistas debemos lanzar un mensaje de amor y de unión, y que todos nos relajemos un poquito. Con amor, música y cultura se pueden conseguir muchas cosas".

    En octubre, estrenó "El Gran Varón", en el Icónica Sevilla Fest, y después en La Habana, Torremolinos, Cádiz, Madrid y Barcelona. "Es un viaje musical que parte del flamenco y pasa por muchos lugares. Un mensaje de diversidad y entendimiento, amable y un compromiso social. "El Gran Varón" trata la historia de una persona trans. Hay un compromiso con el planeta que cogí prestado de Serrat. O un tema de Rubén Blades que habla de cómo cada uno entiende la Patria. Y además, cante canción andaluza, canción popular mexicana... Un concierto con muchos cambios y registros, y yo, el hilo conductor de ese viaje".

    Cuando Miguel consume cultura siente que "en mí cambia algo y me hace mejor persona; me conecta con la belleza, con algo tan profundo que me comunica con el ser humano independientemente de su raza, creencia o condición sexual".

    Si algo tiene claro Poveda es que es libre. En todos los aspectos de su vida. "Absolutamente. Me siguen afectando las cosas, pero me he quitado muchas mochilas y sé que a mis casi 50 años camino muchísimo más libre, porque sé que todo lo que hago nace desde dentro. Mi forma de sentir y ver la vida no permite que nadie me clasifique, me ate o me maneje, aunque sí acepto consejos y críticas y siempre estoy abierto a aprender".

    Lee el artículo completo en El Mundo